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Marco Sifuentes: "Sirvemelo Crudo, por favor"

Publicado: 2011-01-17

Artículo extraído del Periódico Datero

Open Data, los datos crudos, la verdadera transparencia y por qué todo esto te conviene a ti

Ay, la transparencia. Otra de esas palabrejas de los políticos. Todos los candidatos prometen ser transparentes y cuando llegan al gobierno aseguran que lo están siendo. Hay activistas que promueven la transparencia y los periodistas preguntamos muy sesudamente por ella. Pero ¿sirve para algo? Para que ningún funcionario robe, claro. Es un primer paso. Pero, ¿para algo más? ¿Nos sirve a nosotros en nuestra vida cotidiana, nos hace más fácil la existencia?

Lo cierto es que no, al menos en el Perú. Tenemos una Ley de Transparencia con muy buenas intenciones pero que es muy útil únicamente si estás dispuesto a perder mucho tiempo revisando documentos escaneados en altísima resolución, que demoran mucho tiempo en bajar y que no puedes leer si es que no tienes un lector de pdf. O a menos que tengas tiempo para navegar en una Intranet llena de números que corresponden a categorías que no vas a entender.

Si ambas opciones no son accesibles para un ciudadano cualquiera (que debería tener el derecho de saber qué se hace con la plata de sus impuestos), imagínese una opción más sofisticada: Digamos que los documentos escaneados son autorizaciones de construcción de algún municipio local y que la hoja de cálculo es el registro de la Policía de accidentes de tránsito. Digamos que nosotros queremos saber si hay un aumento de los accidentes de tránsito en aquellas zonas donde se han autorizado las construcciones (que últimamente han decidido que son las dueñas de las pistas). Con los datos tal como están presentados, sería imposible, a pesar de que cumplen con la Ley de Transparencia.

Es decir: son datos transparentes, pero inútiles.

Son sólo accesibles a los iniciados y sólo comprendidos por quienes los elaboraron. Es decir, no estimulan la participación ciudadana. Pero existe una salida que utiliza la transparencia para terminar estimulando que todos podamos involucrarnos en la solución de nuestros problemas comunes.

De eso se trata el “Open Data”, una filosofía que pide que los datos de organizaciones públicas y privadas sean publicados “crudos”, es decir, sin procesar. “Si la gente coloca sus datos en la web, datos gubernamentales, científicos, los de la comunidad, serán usados por otras personas en formas en que nunca podrían haber imaginado” dice Tim Berners-Lee, inventor de la web y uno de los impulsadores más famosos del Open Data.

Hay iniciativas muy interesantes en todo el mundo de Open Data. En Inglaterra, por ejemplo, se ha lanzado “Where does my money go?”, una web independiente que toma datos brindados por el gobierno británico. La web se puede traducir como “¿A dónde va mi dinero?” y es muy fácil: escribes cuánto ganas al año y te dice exactamente en qué se está gastando el dinero de tus impuestos. Cada día. Tantas libras en financiar el cine, tantas otras en construir carreteras, etc. Esto no sería posible si el gobierno, en primer lugar, no hubiera colocado esos datos en formatos reutilizables (nada de documentos en pdf o datos colocados en redes internas).

Algo más útil: el diario The Times creó precisamente un ejemplo parecido al que alucinamos: un mapa de accidente de ciclistas. Usando datos crudos ofrecidos de forma abierta por el gobierno, los periodistas pudieron procesarlos (o “cocinarlos”) a su manera y crear un servicio que sea útil a los ciudadanos.

El programador y periodista Adrian Holovaty ha creado EveryBlock (Cada Cuadra),  un servicio de noticias por cuadra. Sí, tú puedes poner la dirección de tu casa y aparece un mapa con una lista de noticias a una, tres o cinco cuadras a la redonda. Puedes configurar ese mapa para que te salgan los robos, los accidentes de tránsito, las licencias de negocios, desvíos del tráfico, etc. de tu cuadra. Un ejemplo de su utilidad: si puedes ver que la esquina de tu casa tiene una alta incidencia de choque, puedes reclamar que pongan un semáforo. Otro: si no sabes dónde alojarte en un ciudad, puedes comparar la peligrosidad de distintas zonas, para elegir tu hospedaje. EveryBlock funciona sólo en una docena de ciudades gringas. Podría ser una realidad en todo el mundo, si nuestros gobiernos adoptaran la filosofía del Open Data.

Australia, Italia, Estados Unidos y el gobierno Vasco ya empezaron a publicar sus datos crudos. En Chile existe la Iniciativa Chile Datos que se propone llevar a nuestros vecinos al siguiente nivel de participación ciudadana. En Perú tenemos la filosofía y la ciudadanía dispuesta a particiapar (como lo demostró Todos Somos Dateros). Sólo falta que animemos a nuestros políticos a dar el salto al siglo XXI.


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